En la Clínica de Psicología Luis Fernando Rivas de Ciudad Real, estamos comprometidos con la salud emocional y el bienestar mental de las personas. Los psicólogos de la clínica en Ciudad Real tienen formación especializada tanto en Terapia EMDR como en otros tratamientos especializados.
El ser humano es profundamente complejo, siendo por tanto necesario que los procesos terapéuticos estén a la altura de dicha complejidad.
En la Clínica de Psicología Luis Fernando Rivas, creemos que mereces lo mejor en atención psicológica. Estamos aquí para apoyarte en cada paso del camino hacia una vida más tranquila y equilibrada.
Soy Luis Fernando Rivas, psicólogo en Ciudad Real. Desde hace ya más de 15 años, vivo la psicología con una profunda dedicación dirigida al bienestar emocional y mental de mis clientes. Con una trayectoria sólida en el campo de la psicología, me distingo por su enfoque empático y profesional en el tratamiento de una amplia gama de problemas psicológicos.
Mi estilo terapéutico se caracteriza por ser integrador y centrado en el cliente, adaptando mis técnicas y enfoques según las necesidades individuales de cada persona. Con una sólida formación académica y una continua actualización en las últimas investigaciones y enfoques terapéuticos, ofrezco un tratamiento basado en la evidencia y respaldado por su amplia experiencia en el campo.
Dentro de toda mi trayectoria y formación académica, he realizado una profunda formación en las orientaciones más importantes de la psicología como son la orientación cognitivo-conductual, la sistémica o la humanista, trabajando en mi día a día especialmente con la Técnica terapéutica EMDR, por ser una técnica que integra la parte más importante del resto de orientaciones psicológicas.
Estoy comprometido con el crecimiento personal y el bienestar de mis clientes, trabajando junto a ellos para superar los desafíos emocionales y alcanzar una vida más plena y satisfactoria. Mi pasión por la psicología y mi compromiso con el cuidado del cliente me han permitido llevar más de 15 años acompañando a los ciudadanos de Ciudad Real de una forma exitosa.
Me gustaría poder aprovechar el décimo aniversario desde la apertura de la Clínica de Psicología en la localidad de Ciudad Real, para a través de este texto seguir compartiendo con quienes han sido mis clientes y con quienes quizá algún día lo sean, la que ha sido y está siendo mi experiencia como psicólogo en Ciudad Real.
En primer lugar, quiero agradecer a todas las personas que han confiado en este despacho de psicología en Ciudad Real durante estos diez años. Gracias a la confianza de las más de 1000 personas atendidas las cuales han venido de todos los puntos de la provincia de Ciudad Real.
Como psicólogo tengo una serie de principios innegociables a la hora de acompañar a las personas en sus procesos de mejora emocional, los cuales puedo resumir en 4: honestidad, respeto, rigurosidad en la intervención y confidencialidad durante todo el proceso.
Honestidad para acompañar a las personas cuando es necesario, pero solo cuando es necesario, no alargando nunca el proceso terapéutico más allá de lo que es necesario para que las personas recobren su estabilidad emocional.
El respeto más absoluto a todas y cada una de las personas que han compartido sus biografías conmigo en las terapias psicológicas, un respeto basado en una profunda admiración por lo difícil de muchas de las situaciones vividas y el coraje para no rendirse.
La rigurosidad como psicólogo que me ha llevado a una continua formación en estos 10 años, para poder ofrecer a los clientes de la clínica de Ciudad Real la intervención más actualizada a nivel científico, para aumentar así las probabilidades de éxito en el proceso terapéutico.
Y por último un profundo respeto por la confidencialidad, mostrando desde la primera vez que las personas entran por la puerta de la clínica de psicología de Ciudad Real que están es un lugar seguro e íntimo.
La rigurosidad en la intervención psicológica se basa en la aplicación de aquellas técnicas y orientaciones psicológicas que más se ajusten a cada persona para aumentar la probabilidad de mejora su la calidad de vida.
Mi continua formación como psicólogo en orientaciones como la cognitivo-conductual, sistémica, humanista o en técnicas de tercera generación como en técnicas de reprocesamiento cerebral como pueden ser EMDR, o intervenciones en terapia de pareja y terapia de familia entre otras muchas formaciones, hacen que haya un amplio abanico de técnicas y recursos para cada intervención psicológica, lo que posibilita una mayor probabilidad de éxito.
Para concluir este agradecimiento y este pequeño y breve resumen a lo que han sido estos 10 años de trabajo como psicólogo en Ciudad Real, me gustaría compartir algunas de las reflexiones, metáforas, ejemplo o textos que me han ayudado a acompañar a las personas con las que he tenido la suerte de trabajo en la clínica de psicología de Ciudad Real.
¡Gracias, de todo corazón, por ser parte de la familia de la Clínica de Psicología Luis Fernando Rivas!
Con gratitud y aprecio,
La terapia EMDR se basa en el modelo PAI (Modelo de Procesamiento Adaptativo de la información), donde la estimulación bilateral y los movimientos oculares facilitan la conexión con redes neuronales apropiadas, promoviendo la resolución adaptativa de experiencias traumáticas. Esto es crucial para el tratamiento eficaz del estrés postraumático y otros trastornos relacionados como trastornos de ansiedad o traumas relacionales.
A través de la terapia EMDR, abordamos tanto traumas “T” como “t”, apoyando a los pacientes en la reparación de sus heridas emocionales.
Cuando le pedimos a un cliente que se concentre en un recuerdo, lo que sucede es que establecemos un vínculo entre la conciencia actual y el sitio donde la información traumática está almacenada en el cerebro, que denominamos la red-neural traumática. A esta doble atención del paciente al presente y al pasado que debe realizar el paciente mientras se trabaja con terapia EMDR, se denomina atención dual. La atención dual es fundamental para que se dé la sanación, al permitir integrar la memoria traumática, propia del estrés postraumático, con una memoria adaptativa.
La estimulación bilateral es el núcleo de la Terapia EMDR, y puede emplearse a través de movimientos oculares, sonidos o toques táctiles. El terapeuta guiará al paciente para mover sus ojos de un lado a otro siguiendo un patrón específico, o utilizará alternativamente sonidos que se emiten en uno y otro oído, o toques suaves en las manos o rodillas del paciente. Esta estimulación activa ambos hemisferios cerebrales, facilitando el procesamiento de recuerdos traumáticos.
A lo largo de la terapia, los pacientes son guiados para enfocarse en recuerdos específicos mientras experimentan la estimulación bilateral. Este proceso permite que las emociones dolorosas y las creencias negativas asociadas a los recuerdos traumáticos sean desensibilizadas y reestructuradas. A medida que los recuerdos son procesados, las creencias negativas (p.ej., «Soy débil») se transforman en positivas (p.ej., «Soy resiliente»), permitiendo a los pacientes adoptar una nueva perspectiva sobre ellos mismos y su experiencia.
La estimulación bilateral, inherente a la Terapia EMDR, activa ambos hemisferios del cerebro, promoviendo la integración hemisférica. Los hemisferios cerebrales tienen funciones distintas pero complementarias en el procesamiento de la información; mientras el hemisferio izquierdo está más orientado hacia el lenguaje, la lógica y el razonamiento, el derecho se ocupa de las emociones, la creatividad y las sensaciones corporales. La activación de ambos hemisferios facilita una «conversación» más completa entre las diferentes partes del cerebro, permitiendo un procesamiento más integral de los recuerdos traumáticos.
Los movimientos oculares desempeñan un papel crucial en la Terapia EMDR, facilitando la activación de los mecanismos naturales de procesamiento de información del cerebro. La estimulación bilateral, a través de los movimientos oculares dirigidos, permite que el cerebro acceda a recuerdos traumáticos de una forma estructurada y controlada, promoviendo la desensibilización de las emociones perturbadoras y permitiendo que estos recuerdos se integren de forma saludable en la psique del paciente. Este proceso no solo reduce la angustia asociada a los recuerdos traumáticos, sino que también ayuda a formular nuevas creencias positivas sobre uno mismo y el mundo.
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